Convencido de la necesidad de transitar hacia un modelo económico y productivo más sostenible, el director de Hidrógeno en Navantia Seanergies, Amós Fuentes lleva más de diez años trabajando en el desarrollo tecnológico de este vector energético en el sector marítimo.
Representa a la nueva división de Navantia, una empresa pública dedicada a la construcción de buques militares y civiles que, con una tradición heredada de más de 300 años, es símbolo indiscutible del desarrollo naval nacional y gallego. Con el respaldo de la experiencia, y su visión estratégica, el directivo considera que la propulsión alternativa marina podría despegar hacia 2025 con motores compatibles con GNL, metanol o biometano como tecnologías de transición hasta que los motores de amoniaco se conviertan en una realidad, al final de la década.
1.- Navantia, una empresa de larga trayectoria ha sido testigo del desarrollo del sector naval. ¿Cómo definiría la situación actual de la construcción naval?
El sector de la construcción naval está viviendo un momento de auge, especialmente en Europa debido a la necesidad de reforzar la defensa europea, con mayor urgencia tras la invasión de Ucrania. Los países están realizando un esfuerzo no sólo por adquirir las capacidades navales necesarias, sino también para desarrollar conjuntamente programas comunitarios que permitan aprovechar las sinergias en materia de tecnología y costes.
Navantia, tradicionalmente una empresa de construcción naval, es una empresa de tecnología punta y estratégica, con importantes inversiones en I+D que desarrolla su actividad en torno a tres ejes: la construcción naval, los sistemas y servicios y las energías verdes. En el ámbito de la construcción naval militar estamos realizando dos grandes programas tecnológicos, como son la F-110, la primera fragata que contará con un gemelo digital, y el submarino S80, un sumergible convencional con una autonomía en inmersión excepcional gracias al exclusivo sistema AIP desarrollado por Navantia.
Actualmente la empresa vive un momento de alta ocupación con 4 grandes proyectos para la Armada Española: las fragatas F-110, los submarinos S-80, el buque de intervención subacuática y los buques hidrográficos. También trabaja en otros proyectos para Reino Unido, Arabia Saudí y Marruecos.
2.- Durante los últimos años, Navantia decidió abrir nuevas vías de negocio relacionadas con las energías renovables, en concreto con la eólica marina, a través de la construcción de monopiles, ¿cómo ha evolucionado esta área?
Navantia crea la marca Navantia Seanergies en abril de 2022 con una visión estratégica clara: aprovechar las oportunidades de una demanda enorme en los sectores de la energía eólica marina y el hidrógeno, ámbitos en los que ya teníamos experiencia. En Eólica marina, llevamos diez años en los que hemos participado en una veintena de proyectos para parques en Europa, liderados por grandes promotores, como Iberdrola, Ocean Winds o Orsted, para los que hemos suministrado subestaciones y cimentaciones flotantes y fijas.
De hecho, actualmente somos el único astillero europeo que posee las tres tecnologías -flotante, jackets y monopiles- para las que se prevé una demanda creciente en el mundo. En el ámbito de las fijas en 2022, en UTE con Windar, invertimos en una fábrica específica para construir monopiles ubicada en las instalaciones del astillero de Fene. Se trata de un producto con tanta demanda que, antes de que existiera la fábrica, ya teníamos firmados contratos para tres años de trabajo. Actualmente tenemos tres acuerdos que totalizan 136 monopiles de los que las primeras dos unidades han sido completadas y entregadas este agosto. Este producto tiene una larga vida por delante, tanta, que el consorcio está planteando ampliar su capacidad para este producto.
3.- También están impulsando proyectos relacionados con el hidrógeno…
Navantia, como empresa estratégica y líder en construcción naval, tiene el deber de abanderar la transición hacia la descarbonización del sector. La constitución de Navantia Seanergies, con foco en las energías renovables y el hidrógeno, es la principal muestra del compromiso de la compañía para lograr este objetivo y contribuir al cumplimiento de los objetivos internacionales de reducción de gases de efecto invernadero. Esto representa un gran reto, pero también y, sobre todo, se trata de una gran oportunidad de negocio para la empresa y para toda la cadena de valor.
En la parte alta de la cadena de valor del hidrógenoverde, poseemos en Navantia Seanergies activos industriales muy cualificados para convertirnos en una empresa líder en el montaje de grandes electrolizadores en España. Las previsiones actuales del mercado mundial apuntan a que la capacidad de oferta de estos sistemas de generación será muy inferior a la demanda, por lo que creemos que será clave contar con estas capacidades a nivel nacional para garantizar el desarrollo de los polos regionales del hidrógeno, como es el caso de Galicia. Nuestra apuesta se ha materializado en la construcción de una línea de montaje de grandes electrolizadores en nuestra Fábrica de Turbinas en el Astillero de Ferrol.
Otro foco de interés relacionado con los electrolizadores es su potencial hibridación con la eólica marina. Se trata de un objetivo a largo plazo y consiste en generar hidrógeno offshore que permitirá mitigar las discontinuidades de suministro de una energía que depende de la existencia de viento. Por otra parte, gracias a los electrolizadores, se podría aprovechar la energía generada por los parques eólicos marinos más alejados de la costa, aquellos con mayor potencial, cuya distancia a tierra o ubicación impida su conexión a red.
En la parte baja de la cadena de valor, estaría el de uso en aplicaciones para el sector naval, por ejemplo, como suministradores de sistemas de generación de energía neutros o cero emisiones para la propulsión marina.
4.- La compañía cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector de la propulsión de submarinos mediante pila de hidrógeno, ¿es el punto de partida para el desarrollo de proyectos de propulsión de buques?
Contamos con una amplia experiencia en el desarrollo de sistemas basados en hidrógeno para uso marino procedente del marco de defensa adquirida en el desarrollo del sistema AIP de los submarinos de la Clase S-80. Este innovador sistema permite la recarga de las baterías del buque mientras está en inmersión empleando pilas de combustible, que son alimentadas con hidrógeno generado a bordo mediante el procesado de bioetanol. Este programa ha permitido a Navantia adquirir capacidades técnicas y tecnológicas, contar con 3.600 m2 de instalaciones de pruebas dedicadas a tecnologías del hidrógeno y un ecosistema robusto de tecnólogos y suministradores. Estas capacidades se complementan con las de nuestra fábrica de motores que ya está trabajando en la integración de motores de combustión interna adaptados al uso de nuevos vectores sostenibles.
Estos activos son el punto de partida que permitirá a Navantia Seanergies innovar en sistemas de generación de energía descarbonizada para buques basados en hidrógeno verde y sus derivados, como el amoniaco o el metanol y trabajar en otras líneas de innovación como la generación de hidrógeno verde mediante electrolizadores.
5.- ¿Qué otros proyectos relacionados con el hidrógeno tienen en marcha en la actualidad?
Durante el último año, hemos llevado a cabo un trabajo exhaustivo de definición del plan de negocio y la identificación de los vectores de crecimiento y líneas de innovación en su cadena de valor.
En el área tecnológica se ha constituido el Centro de Excelencia de Energías Verdes, que dispondrá de una sede en el astillero de Navantia en Fene. Este tendrá como una de sus funciones principales desarrollar las líneas de innovación en las tecnologías del hidrógeno, contribuyendo a la generación de ‘know-how’, capacitación específica y atracción del talento.
El centro ya ha comenzado su actividad participando en la formación de consorcios industriales y en la presentación de nuestros primeros proyectos a las convocatorias de incentivos nacionales y europeos. Recientemente, se nos ha concedido un proyecto de cuatro años de duración dentro del programa europeo Horizon para el desarrollo de tecnología de generación de energía para aplicación marina basada en amoniaco.
Además, estamos a la espera de la resolución del PERTE Naval, donde hemos presentado un proyecto de generación de hidrógeno verde ‘offshore’ y descarbonización de una subestación eléctrica para campos eólicos marinos.
6.- ¿Cuáles son los principales desafíos en la implementación de soluciones basadas en hidrógeno en el sector naval?
El desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno en el sector naval actualmente es muy escaso, con bastante incertidumbre respecto a la capacidad de disponer a corto y medio plazo de tecnologías con la madurez adecuada para su empleo de forma masiva. Además, a diferencia del segmento del transporte ligero, existe una gran dispersión de tecnologías en función del tipo de buque y su operativa. La incertidumbre sobre cuál se va a imponer puede suponer un freno a la inversión en desarrollo de nuevos sistemas.
Abordar estos desafíos requiere un importante esfuerzo en el desarrollo de nuevas tecnologías que satisfagan los altos niveles de potencia, autonomía en navegación y vida útil, conseguir una integración eficiente y segura de los nuevos vectores que permita disminuir la brecha existente con los combustibles fósiles, y superar la falta de regulación en el uso de los nuevos vectores energéticos para propulsión marina.
7.- Para Navantia, ¿qué papel desempeñará Galicia en el desarrollo de tecnologías del hidrógeno de su sector?
Galicia cuenta con varios factores determinantes para el desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno. Dispone de un ecosistema de empresas muy relevante en el desarrollo del hidrógeno a nivel nacional y, de hecho, varias empresas gallegas han participado, directa o indirectamente en el desarrollo del sistema AIP para los submarinos S-80.
Otro de los factores fundamentales para el desarrollo del hidrógeno la disponibilidad de acceso a fuentes de energías renovables y recurso hídrico de Galicia, clave para el desarrollo del hidrógeno verde. No en vano se ha dispuesto una sede del Centro de Excelencia de Energías Verdes en el astillero de Navantia Seanergies en Fene, donde se impulsará la investigación y desarrollo de tecnología entorno a este vector.
Navantia cuenta con una amplia experiencia en el uso del hidrógeno aplicado al sector naval, y contribuye con sus proyectos de descarbonización y energías verdes, al desarrollo del tejido industrial gallego a través de la tracción sobre la cadena de suministro que venimos desarrollando tradicionalmente, como empresa pública arraigada en Galicia.
8.- ¿Cómo cree que evolucionará el desarrollo del hidrógeno en la industria naval y en la economía nacional de aquí a 2030?
La innovación en el sector marítimo es más lenta que en otros sectores debido a la falta de sinergias y el bajo número de unidades, si lo comparamos por ejemplo al sector automovilístico. Tener las tecnologías adecuadas disponibles a tiempo, para cada familia de buques es un gran reto. Además, esto debe de coordinarse con el desarrollo de una nueva regulación y de toda una logística que incluye puntos de abastecimiento y dispensación de nuevos combustibles en los puertos. Estas nuevas tecnologías acarrearán cambios en el diseño o la forma de operación de los barcos con respecto a los que actualmente operan con combustibles fósiles.
Por otro lado, se espera que el uso directo de hidrógeno cubra sólo un pequeño porcentaje de la demanda energética del sector marítimo, ya que se limitará a viajes cortos y baja demanda de energía. Sin embargo, los combustibles derivados del hidrógeno con mayor densidad energética, como el amoníaco verde y el metanol, pueden ser una alternativa razonable a los combustibles fósiles, a corto y medio plazo.
Todo lo anterior y la situación en los mercados parecen indicar que la propulsión alternativa marina despegaría hacia 2025 con motores compatibles con GNL, metanol o biometano como tecnologías de transición hasta que sean una realidad los motores de amoniaco al final de la década. Las pilas de combustible también representarán un papel importante en el desarrollo de nuevos sistemas propulsivos marinos en este mismo periodo, pero la penetración en el corto plazo se centrará en buques civiles de pequeño tamaño.
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