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febrero 21, 2024Repsol, una de las multienergéticas más importantes de España y primer productor de hidrógeno gris a nivel nacional, apuesta por la combinación de diversas tecnologías para conseguir los objetivos de descarbonización económica.
La gerente de Desarrollo de Negocio de Hidrógeno de la compañía, Isabel Rodríguez ratifica el compromiso de Repsol de alcanzar las emisiones netas en 2050, a través de la diversificación de inversiones, el hidrógeno renovable y la integración progresiva de las diferentes tecnologías. Así mismo, destaca el potencial de Galicia para el desarrollo del hidrógeno verde, y considera que la dinamización del sector podría pasar, entre otros factores, por la colaboración transfronteriza con Portugal.
1.- En un contexto en el que la transición energética se ha convertido en un compromiso mundial, ¿Cómo aborda Repsol este proceso?
En su sector, Repsol fue la primera compañía que apoyó el Protocolo de Kioto; pionera tambien en emitir un bono verde; y en diciembre de 2019, en anunciar su objetivo de ser una compañía con cero emisiones netas en 2050.
Tambien ya en 2022, nos adelantamos al presentar un marco integral de financiación sostenible para acompañar este proceso de transición. Estos compromisos implican una directriz muy clara, y suponen una transformación de la manera en la que producimos y consumimos energía. Hay muchas maneras de descarbonización, todas válidas y más o menos eficientes dependiendo al sector al que se dirijan por eso defendemos la neutralidad tecnológica, para dejar que todas las tecnologías compitan y todas ayuden en este ambicioso proceso de descarbonización.
2.- ¿Cuál cree que será la llave para transitar hacia la neutralidad energética en 2050?
El futuro es multienergético y por tanto la clave no está en las ventajas o desventajas de cada una estas tecnologías de forma individual, sino en su complementariedad y el papel que pueden jugar allí donde aporten mayor valor. El hidrógeno renovable en esta transición es una pieza clave que juega un papel esencial en muchas de estas vías de descarbonización, tanto utilizado como materia prima para la constitución de nuevas moléculas netas cero en emisiones, como en su uso directo.
No podemos olvidarnos de que el éxito de la transición depende de forma crítica de la formación de mercados competitivos, para un abanico suficientemente amplio de soluciones tecnológicas. Para ello es necesario un marco jurídico y una fiscalidad estable y favorable, con visión transversal del sistema energético. La administración y la industria deben ir de la mano en esta apuesta de futuro, movilizando apoyos (públicos y privados) y agilizando los trámites, para permitir a las distintas tecnologías avanzar en la curva de aprendizaje y la reducción de costes.
3.- ¿Cuáles son los pilares de la estrategia de Repsol para alcanzar las cero emisiones netas?
Repsol presentó su Plan Estratégico 2021-2025 en noviembre de 2020. Se trata de una hoja de ruta que marca la senda para transformar esta compañía y tiene unos ejes muy claros: el incremento de los objetivos de generación renovable y la evolución del área industrial, tan importante en la creación de empleo y riqueza para el país, de modo que puedan seguir proporcionando a la sociedad los bienes que necesita, pero con una baja, nula o incluso negativa huella de carbono.
Los complejos industriales ya se están transformando en polos multienergéticos descarbonizados gracias al hidrógeno renovable, a la economía circular con la que fabrican productos de valor añadido a partir de materias primas residuales, como los combustibles renovables con cero emisiones netas; a la eficiencia energética; y a las tecnologías de captura, uso y almacenamiento de CO2 (también llamadas tecnologías de CCUS por su acrónimo del inglés carbon capture utilization and storage). Todo ello con la tecnología y la digitalización como palancas de transformación.
Dado que el futuro será multienergético e integrado, la estrategia de Repsol se asienta en: la diversificación de inversiones, la apuesta por el hidrógeno renovable y la integración progresiva de las distintas soluciones. Repsol es hoy el principal productor de hidrógeno gris con unas 360.000 toneladas anuales, que representa casi el 60% de la demanda nacional, por lo tanto, parte de nuestra estrategia pasa por utilizar el hidrógeno renovable en nuestros procesos de producción de combustibles y en la puesta en el mercado de bioproductos y productos bajos en huella de carbono.
4.- ¿Los combustibles sintéticos serán clave para descarbonizar el transporte?
Sin duda el hidrógeno renovable es una pieza importante de la descarbonización de la movilidad. En primer lugar, el hidrógeno renovable es un excelente vector de energía que puede hoy incorporarse a los combustibles y procesos existentes. Máxime si su desarrollo acompaña el despliegue de biocombustibles de segunda y tercera generación. La unión de hidrógeno renovable con la captura de CO2 permitirá la producción de combustibles sintéticos, ampliando la oferta de combustibles alternativos para el transporte de forma sustancial. Sin embargo, esta tecnología está aún en desarrollo y visualizamos su implantación a medio-largo plazo. En Bilbao, Repsol construirá la primera planta demostrativa de combustibles sintéticos de España, una de las mayores de su tipo.
La descarbonización del transporte, siendo uno de los elementos centrales en la transición energética, implica transformar un sector especialmente sensible para la economía del país, la integración de sus regiones y la cohesión social. La transición hacia una movilidad verde, para que sea exitosa, debe atender las necesidades y costes de todos estos sectores.
La movilidad a través de hidrógeno puro la vemos con un desarrollo aún incipiente porque es necesario crear un entorno regulatorio, un mercado e infraestructuras específicas y sustituir tecnológicamente la flota. Es una solución sobre la mesa, que permitiría hacer uso directo del hidrogeno como vector energético, de una manera muy eficiente, que situamos con un despliegue inicial en esta década pero que tendrá un impacto más relevante en el medio-largo plazo.
5.- Aunque Repsol lleva décadas trabajando en combustibles renovables, ha implantado un proyecto piloto de gasolina renovable. ¿Cómo se consigue este biocombustible?
Efectivamente, este es el resultado de una larga apuesta por el papel de los biocombustibles avanzados, producto del desarrollo e innovación de la compañía durante más de 20 años. En este tiempo, Repsol ha incorporado porcentajes crecientes de estos combustibles renovables en el suministro de gasolina y gasóleo convencional, y están hoy presentes en todas nuestras estaciones en al menos un 10%, en cumplimiento de la ley vigente.
Repsol apuesta por los biocombustibles avanzados que se producen a partir de residuos procedentes de la biomasa, industria agroalimentaria y aceites de cocina usados, entre otros.
Para acelerar la descarbonización del transporte, Repsol ya suministra combustible 100% renovable en más de 60 estaciones de servicio y superará los 600 puntos de suministro en 2024.
6.- En 2023, Repsol marcó un hito con la puesta en marcha de su primer electrolizador en el centro industrial de Petronor. ¿Cómo avanza este proyecto? ¿Cuál es su valoración?
El electrolizador de 2,5MW de Petronor es el piloto que permitirá al complejo petroquímico de Bilbao ampliar su capacidad de producción de hidrógeno renovable en 10 MW y 100 MW en los próximos años. La planta piloto ha demostrado su operatividad y ahora se está terminando el trámite para acreditar que el origen del hidrogeno producido será renovable
Este hidrógeno se suministrará a al complejo industrial de Petronor para reducir la huella de sus procesos, así como al Parque Tecnológico de Abanto para su uso final en movilidad. En siguientes fases, parte de esa producción se dedicará a producir, por primera vez, combustibles sintéticos a partir de captura de CO2 e hidrógeno renovable. El aprendizaje adquirido en este camino será fundamental.
Creemos que este proyecto puede suponer una de las principales palancas en una región, en País Vasco, con larga tradición industrial y donde el hidrógeno se configura como una solución para su continuidad y competitividad. No en vano, el Corredor Vasco del Hidrógeno es uno de los principales valles del hidrógeno de España.
7.- En Galicia, Repsol participa en un proyecto industrial estratégico para el Gobierno, el H2 Meirama, que está impulsado por Naturgy y en el que también colabora Reganosa, ¿Cuál es la participación de la compañía en esta iniciativa?
El proyecto H2 Meirama es una de las principales palancas de Repsol en Galicia, y trabajamos mano a mano con la administración pública de la región para maximizar su potencial. El proyecto se ubicará en la antigua central térmica de carbón de Meirama. Repsol cuenta con una participación del 40% en el proyecto. Efectivamente, el proyecto de Meirama ha recibido la clasificación de PIE (Proyecto Industrial Estratégico). Es importante contar con la transformación de aquellas localidades más afectadas por la transición.
8.- ¿En qué fase se encuentra?
El proyecto acaba de finalizar la primera fase de ingeniería y está comenzando la ingeniería Básica, con la expectativa de puesta en marcha en 2026. En paralelo también se están desarrollando infraestructuras complementarias (ducto de hidrógeno y parque de autoconsumo)
9.- ¿Cuentan con más proyectos relacionados con el hidrógeno en la comunidad?
Aunque Repsol se encuentra en análisis de distintas oportunidades a desarrollar en Galicia de momento es la única inversión confirmada de Repsol en la comunidad, pero entendemos prioritario maximizar el potencial del proyecto Meirama para la demanda de hidrógeno, y así asentar industria y empleo de calidad en la región.
10.- ¿Qué papel puede desempeñar Galicia en el desarrollo del sector del hidrógeno en España?
Galicia se configura como una de las regiones con mayor potencial para el desarrollo del hidrógeno. Cuenta con amplios recursos renovables, y una tradición industrial que permea la región, especialmente en lo concerniente a la industria automotriz y naval, a través de la industria auxiliar.
El cierre de las centrales térmicas, como As Pontes y Meirama, supone una oportunidad para revitalizar las comarcas aledañas a través de la producción de hidrógeno y la generación renovable.
Desde Repsol, creemos que el aprovechamiento de biocombustibles puede suponer una oportunidad para Galicia, y en especial para la industria alimentaria gallega. Los residuos agrícolas, ganaderos y alimentarios son quizás los insumos con mayor potencial de descarbonización, cuando se tratan convenientemente. De otra manera requerirían un tratamiento específico para su eliminación. Su valorización en forma de biometano u otros combustibles es una forma despegar la economía circular de la región y ampliar las fuentes de ingresos de un sector que consideramos central. El desarrollo de los biocombustibles y el hidrógeno son muy complementarios, con importantes sinergias operativas en la producción de combustibles renovables.
Además, la posición estratégica de Galicia como confluencia entre el Atlántico y el Cantábrico, y cercanía a la frontera y la fachada industrial portuguesa, la convierten en una región con importante potencial. También cuenta con una mportante tradición marítima, sus puertos son puntos ideales para el despliegue del hidrógeno y otros combustibles y derivados.
11.- Para finalizar, ¿Qué retos debería enfrentar Galicia para posicionarse como referente en el sector?
La transición energética ofrece oportunidades de desarrollo a las regiones e industrias locales, pero también importantes desafíos.
Galicia cuenta con un enorme potencial de generación renovable, en particular energía eólica. La eólica es, además, la tecnología que más ha evolucionado en los últimos 30 años y que más capacidad tiene de seguir desarrollándose. No obstante, entendemos que ese desarrollo debe tener en cuenta una mayor integración del territorio y de las oportunidades de las nuevas industrias, asentando población y empleo. Las administraciones públicas deben trabajar en coordinación para atender todas esas necesidades en sus planes de desarrollo, tanto de la industria como de las poblaciones, totalmente legítimas. Desde Repsol consideramos que solo un marco regulatorio claro y con seguridad jurídica, con colaboración de todos los actores, permitirá dinamizar el sector, identificar riesgos y evitar mayores retrasos en el despegue renovable de la región, maximizando las oportunidades de todos.
Por otro lado, creemos que una cooperación estrecha con Portugal puede maximizar en desarrollo de las comarcas a ambos lados de la frontera. Una mayor coordinación entre las políticas nacionales de España y Portugal es central, así como el papel de la Xunta de Galicia. Una aproximación común al hidrógeno, los biocombustibles y otros combustibles renovables puede convertir el espacio galaico-portugués en una región dinámica.