Ghenova cuenta con 40 años de experiencia prestando servicios de ingeniería y consultoría a diversos sectores, lo que ha llevado a la compañía a tener sedes en 8 países y proyectos en más de 20 Estados. Una trayectoria creciente, especialmente en el área de los gases renovables, como el hidrógeno y sus derivados y que, según su CEO, Francisco Cuervas, serán clave en la descarbonización del transporte marítimo.
Referente al sector del hidrógeno verde en España y Galicia, Cuervas considera que se dispone de todo lo necesario para liderar la producción de este vector energético, incluso a nivel peninsular, sin embargo, apunta que se necesita talento cualificado y con experiencia previa en hidrógeno, una demanda que, a día de hoy, resulta difícil cubrir.
Ghenova es una empresa internacional de ingeniería y consultoría que trabaja en los sectores naval y defensa, energía e industria y transformación digital y ciberseguridad. Asimismo, trabajamos en dos unidades de negocio como Puertos y Renovables Marinas.
La diversificación de nuestra empresa ha sido uno de los objetivos de estos últimos años y ello nos ha llevado a abrir sedes en diferentes países, así como trabajar en proyectos internacionales de alta complejidad. Actualmente tenemos sede en España, Brasil, Bolivia, Colombia, Australia, Reino Unido, Arabia Saudí y EE.UU. En España nuestra sede principal está en Sevilla, pero contamos con oficinas en Puerto de Santa María, Madrid, Bilbao, Cartagena, Ferrol, Vigo, Córdoba y Las Palmas de Gran Canaria.
Actualmente GHENOVA está creciendo en el área de gases renovables, tanto hidrógeno como biometano, así como en los procesos químicos para transformar el hidrógeno en amoniaco y en metanol.
También se están desarrollando proyectos de utilización de hidrógeno en buques para su propulsión, y para su transporte. GHENOVA cree en el potencial de estos sectores y, por ello, se está reforzando en estas áreas.
GHENOVA participa en el proyecto de investigación e-SHyIPS, con financiación del programa Horizon 2020. Este proyecto desarrolla las nuevas directrices para la introducción efectiva del hidrógeno en el sector del transporte marítimo de pasajeros.
GHENOVA lidera la tarea 3, en la que se llevará a cabo un amplio plan de seguridad para los sistemas a bordo.
Las tecnologías del hidrógeno tienen una presencia trasversal en el trabajo de GHENOVA.
La división de energía desarrolla proyectos, hasta el momento la mayoría son estudios de viabilidad y proyectos básicos para comenzar la tramitación de los proyectos, no sólo de producción de hidrógeno renovable, sino también de los derivados que van a jugar un importante papel muy importante, como son el amoniaco y el metanol. Nos apoyamos en la dilatada experiencia de GHENOVA en proyectos renovables solares, tanto fotovoltaicos como termosolares y eólicos, que nos permite hacer estudios completos desde la producción de energía renovable hasta el hidrógeno ya producido y la logística de entrega al consumidor.
Los derivados del hidrógeno, amoniaco y metanol, son los combustibles cero emisiones que permitirán descarbonizar el sector marítimo. Por ello, la división naval de GHENOVA ya está incorporando todas las novedades en el diseño de los buques para incorporar estos combustibles renovables a los proyectos que lo demanden. En algunos casos, implica la incorporación de motorizaciones adaptadas a estos combustibles, pero en otras ocasiones implica la instalación de equipos no habituales a bordo como es el craqueo de amoniaco, o pilas de combustible de hidrógeno. Por supuesto, también la ingeniería de los futuros buques de transporte de estos vectores energéticos.
Es decir, GHENOVA abarca desde la producción, el almacenamiento en puerto, el bunkering, y el transporte o el consumo en el sector marítimo.
Incluso GHENOVA es socia de BlueSolar, que desarrolla una tecnología solar de producción híbrida de energía eléctrica y térmica, que puede ser aprovechada para producir hidrógeno renovable con la tecnología SOEC, que es mucho más eficiente que las más desarrolladas actualmente PEM y alcalina.
España tiene todos los ingredientes para poder convertirse en un gran productor de hidrógeno y derivados, así como desarrollador y fabricante de tecnología. España, y Galicia, dispone de un gran recurso renovable, tanto solar como eólico, repartido por casi toda la geografía. Tenemos la capacidad de ingeniería y tecnológica para abordar el reto de desarrollar un sector económico relativamente nuevo. Experiencia en plantas de producción química, en numerosos polos industriales. Y, por último, y no menos importante, de una red de puertos que puede facilitar la exportación de los portadores energéticos renovables que se produzcan, no solo del hidrógeno, sino en también del amoniaco y metanol.
Tampoco nos podemos olvidar de nuestro vecino Portugal, que comparte todas estas capacidades con nosotros, y con el que podemos aumentar, más si cabe, la capacidad de la Península Ibérica.
Es difícil encontrar talento con más de cinco años de experiencia en hidrógeno renovable y electrolisis.
Para las plantas de producción de hidrógeno se demandan perfiles que deben disponer de experiencia previa en procesos en los que ya se utilizaba hidrógeno, como en petroquímica o la producción de fertilizantes; con conocimientos en compresión de gases; en estudios de seguridad frente atmósferas explosivas; y especialistas en materiales y supervisión, debido a los problemas que puede producir el hidrógeno en algunos aceros.
También son necesarios perfiles trasversales que puedan aunar todo ese conocimiento y plasmarlo en un proyecto.
José A. Membiela, Ignis “Se necesita dinamismo en la planificación y garantías de acceso a la red en los núcleos industriales” |